La
capital húngara se ha convertido, gracias al compromiso de su Gobierno y a la
aprobación de un programa de 450 millones para apoyar a start-ups durante los próximo seis años, en uno de los centros tecnológicos más
reconocidos de Europa. Aunque aún está lejos del nivel de Berlín o Londres, el
éxito de varias de estas empresas ha generado muchas expectativas sobre
Budapest como futura capital de las empresas emergentes en Europa Central y del
Este.
En
los últimos años han surgido en Budapest cientos de start-ups, atraídas por las
ayudas públicas, las buenas infraestructuras, su céntrica ubicación geográfica
y la abundancia de personal cualificado. Una circunstancia que además ha sido
posible gracias al apoyo del Gobierno húngaro que además de lanzar un programa
de ayudas, ha preparado un paquete impositivo para apoyar específicamente a
este tipo de empresas, reduciendo sus gastos fiscales.
Esta
apuesta del gobierno se basa en los éxitos mundiales de varias empresas
emergentes húngaras que han conquistado los mercados, como Prezi, Ustream, NNG,
LogmeIn y Gravity. Además, estas cuatro grandes empresas emergentes húngaras
han creado Bridge Budapest, una organización para ayudar a esas empresas
nacientes a integrarse en el mundo de los negocios. Una organización que
ofrecen becas a jóvenes talentos para que vayan a formarse a Silicon Valley,
el gran centro tecnológico de California, y regresen luego a aplicar lo
aprendido en Hungría.
Según
la Oficina Nacional de Innovación, en Hungría existen unas 300 empresas
emergentes que generan unos ingresos de varios centenares de millones de euros
anuales.
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