Una de las necesidades fundamentales de cualquier startup es disponer de dinero en efectivo. Un
dinero que puede asimilarse a la gasolina de un coche, porque es el motor para
que arranque el negocio. Por ello, uno de los primeros objetivos cuando
comiences a emprender debe ser obtener el efectivo suficiente para llegar a la
siguiente meta.
Para una startup es crucial tener una visión semanal de los niveles de ingreso y gasto, para
saber cuánto más se debe vender o cuánto tienes que recortar en gastos. El
efectivo, te dará flexibilidad y margen de maniobra, será el elemento que
permitirá que realices en tu empresa los cambios necesarios. Es por ello que
debes tener siempre a mano los siguientes documentos:
La hoja de
balance comercial es uno de los tres principales estados financieros que
informan a los inversores sobre la condición financiera de tu compañía en un
momento específico. Una hoja de balance fuerte normalmente significa que tienes
activos importantes, entre ellos dinero, pocas deudas o ninguna y un gran
capital de inversiones.
La hoja de gastos
e ingresos es fundamental para cualquier empresa. Gracias a ella podrás
gestionar la contabilidad básica de tu empresa, saber en qué gastas más dinero,
planificar tus ingresos y gastos para sacarle mayor rentabilidad, etc.
El estado de flujo
de efectivo (o cash flow, en inglés) refleja cuánto efectivo conserva tu empresa después de los gastos,
los intereses y el pago al capital. Gracias a este estado las empresas pueden
prever si contarán con el efectivo necesario para cubrir sus gastos y obtener
ganancias, lo que les ayuda a evitar las soluciones de urgencia (como acudir a
financistas para solicitar préstamos de corto plazo y elevado costo).
Con estos documentos podrás gestionar básicamente tu
negocio, pero no te olvides que debes desarrollar un modelo de negocio, en el
que encontrar la manera de que tus clientes compren más de una vez tu producto
o servicio.
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