jueves, 22 de noviembre de 2012

El consumidor digital tiene la sartén por el mango, por Ivan Bedia



"Toda la tecnología tiende a crear un nuevo entorno humano... Los entornos tecnológicos no son meramente pasivos recipientes de personas, son procesos activos que reconfigurar a las personas y otras tecnologías similares."
Marshall Mcluhan


El mundo de internet y las TIC están modificando nuestra sociedad y a un ritmo vertiginoso. Nadie puede huir de esto por mucho empeño que le ponga y la mayoría baila ya al son que les va marcando las Nuevas Tecnologías.

Como dice McLuhan, “los entornos tecnológicos no son meros recipientes pasivos sino procesos activos que reconfiguran a las personas”. Así pues, reconfigura a consumidores, y por ende a empresas y/o marcas.

Socialmente ha nacido una nueva generación, la de los nativos digitales o la Generación NET que paulatinamente van tomando mayor importancia en el panorama económico y finalmente marcaran las estrategias comerciales en este siglo XXI . Esta generación forma parte un nuevo perfil de consumidor que se está fraguando con todos estos cambios. Es mucho más exigente, está más informado e interconectado y es capaz de seguir a marcas hasta los límites del fanatismo.

Por un lado, el consumidor-cliente ha cambiado, pero también lo ha hecho el medio. Antes las marcas comunicaban y no interactuaban; no nos dejaban entrar en su casa. Ahora le abren las puertas a los consumidores , les escucha e incluso mantienen conversaciones con ellos. Es la ventaja de la web 2.0 y las Redes Sociales desarrollados a través del medio Internet.

El cliente siempre ha sido el que manda pero lo de “el cliente siempre lleva la razón” se torna más cierto que nunca en la era digital. El consumidor ahora tiene la sartén por el mango y lo sabe. El cliente busca marcas más humanas, que interactúen con él y que lo cuiden. Busca un valor añadido , que le transmita algo, busca experiencias además de productos o servicios, busca conectar con la filosofía de la marca, sentirse identificado.

Si las marcas tienen en cuenta esto y lo llevan a cabo conseguirán conectar con sus clientes llegando incluso a crear “Lovemarks” que se convertirán un ejército fiel que defenderá con uñas y dientes la reputación de la misma.

Por todo esto, que antes me gustara una marca no quiere decir que hoy me siga gustando. Hay que cambiar la visión de los negocios y adaptarse a este nuevo entorno , no pensar que lo que me funcionaba ayer seguirá funcionándome hoy y mucho menos mañana.

Ivan Bedia